• En un escenario de sobreoferta, la demanda cayó por un cúmulo de factores y el temporal en Bahía Blanca fue la estocada final.El precio spot se derrumbó hasta los 25 centavos de dólar y llevó al cierre de hasta 30 millones de metros cúbicos diarios de producción. Hay alarma en el sector.

POR VICTORIA TERZAGHI

Las sucesivas rondas del Plan Gas permitieron reemplazar con producción nacional buena parte del pico de demanda que Argentina tiene en los inviernos. Pero cuando el frío afloja, esos contratos hacen que en el país haya una sobreoferta de gas natural, que desde noviembre se viene chocando de frente con una serie de factores que generaron una tormenta tan perfecta que desplomó el precio del gas hasta apenas 25 centavos de dólar por millón de BTU y llevó al cierre de pozos productores, que en algunos días representaron hasta 30 millones de metros cúbicos.

Esta tormenta perfecta desató una preocupación en la industria de los hidrocarburos ya que, si bien hubo factores que fueron coyunturales e imprevistos, como el temporal que azotó a Bahía Blanca a mediados de diciembre, otras piezas de la tormenta perfecta son estructurales, por lo que anticipan que estas depresiones del mercado volverán a ocurrir.

Como se mencionó, las rondas del Plan Gas generaron un fuerte crecimiento en la producción del fluido que además, se complementa no solo con el 30% de producción que el programa pide que se mantenga fuera de esos contratos, sino también con el gas asociado que se extrae de los pozos de petróleo, en especial en Vaca Muerta.

Esto genera un “piso” contractualizado de casi 70 millones de metros cúbicos diarios, que en pleno invierno -se suma otro volumen especial- no son un problema ya que la demanda trepa a la inversa de la caída de los termómetros y pasa de los 100 millones de metros cúbicos que habitualmente se consumen en los meses templados, hasta los 180, explicando en tal salto porque aún este año habrá importaciones.

Como en toda lógica de mercado, la abundancia de un producto lleva a la baja del precio. En este caso es lo que se viene registrando en lo que se conoce como mercado spot del gas, que es el gas que se vende por fuera de los contratos del Plan Gas y sin tener tampoco contractualizaciones largas.

Y es que, si la sobreoferta es un problema, la caída de la demanda lo multiplica. Y sí que cayó la demanda de gas en los últimos meses.


Las causas de la caída de la demanda


En diciembre, la demanda de gas del país cayó un 16% en comparación con el mismo mes del año anterior, a raíz de una serie de factores locales y externos.

El primero fue que, tal como está sucediendo este mes, las temperaturas están por debajo de lo habitual, y no generan picos de consumo de electricidad, el gran motor para el gas en los veranos.

Pero además, la demanda de gas para la generación eléctricas se derrumbóante el incremento de otras fuentes de energía: la mayor disponibilidad de agua en las represas multiplicó la generación hidroeléctrica, las renovables también crecieron fuerte y se complementa este abanico con la reactivación tras las paradas de mantenimiento de la energía nuclear.

De acuerdo a un informe especial de la consultora Aleph Energy, “la demanda de gas de diciembre fue la más baja para ese mes en los últimos 13 años”,marcando que en el caso de la generación térmica se usaron solo 34 millones de metros cúbicos diarios, en contraposición a los 47 que se emplearon en diciembre del 2022.

La alternativa ante la falta de demanda local está en las exportaciones, pero a raíz de que el anterior gobierno nacional fijó un precio mínimo para las exportaciones, los envíos también cayeron drásticamente.

La fórmula que se usa poco tiene que ver con el mercado del gas, sino que lo une a una relación con el petróleo, del 7% del valor del Brent que en diciembre dio un precio cercano a los 6 dólares.

Este valor que hizo que desde Chile no se aceptaran muchos envíos de gas argentino, mientras que otros se cancelaron ante la mejor generación hidroeléctrica que se dio del otro lado de los Andes.

El balance del sector exportador mostró en diciembre un porrazo. Los envíos cayeron un 71% en comparación con diciembre del año anterior. En detalle, mientras en diciembre del 2022 las exportaciones vía Gas Andes rondaron los 8 millones de metros cúbicos por día, el mes pasado no llegaron ni siquiera a un promedio de 2,5 millones de metros cúbicos diarios.

El dato

7% de la cotización del Brent es el precio mínimo que autoriza Nación para las exportaciones. Por su alto valor, en diciembre las exportaciones cayeron un 71%.

Y como frutilla del postre en esta tormenta perfecta, se coló algo que nadie esperaba: el temporal que azotó a Bahía Blanca a mediados de diciembre y causó problemas en varias de las industrias que demandan grandes cantidades de gas, pero también en la capacidad de acondicionamiento del fluido, lo cual redundó en menos exportaciones.

El impacto del tornado causó una menor demanda por algunos días en firmas que utilizan el gas como insumo, también como se mencionó en el sistema de acondicionamiento que une Neuquén con Ingeniero White, y además una marcada caída en la demanda de energía eléctrica del sector industrial, no solo por los daños en los complejos, sino también por la cantidad de líneas eléctricas que fueron destrozadas.


La peor foto de la crisis del gas


En esos días fue el peor pico de esta crisis del gas. Mucha oferta y una cada vez menor demanda derrumbaron el precio del mercado spot, al punto que hubo contratos que se pactaron a 25 centavos de dólar. Un precio que no convalida ningún desarrollo que esté centrado en el gas.

Según el informe de la consultora que dirige Daniel Dreizzen “el cierre de pozos llegó casi a los 40 millones de metros cúbicos con un precio spot promedio de 50 centavos de dólar” en los días más complejos, la mayor parte de ese cierre se dio en la Cuenca Neuquina en donde los pozos del gas seco fueron los primeros en cerrar válvulas.

Dreizzen consideró que “el gas asociado al petróleo ya representa unos 10 millones de metros cúbicos por día y es un gas que hay que vender aunque sea casi gratis porque en realidad las empresas, al no poder ventearlo. necesitan colocarlo para poder producir el petróleo, que es su negocio”.

Este gas asociado que proviene fundamentalmente de Vaca Muerta es lo que explica en gran medida que se hayan convalidado contratos -aunque marginales- a 25 ó 30 centavos de dólar por millón de BTU, cuando de momento el precio del Plan Gas, por ejemplo, es de 3,50 dólares.


Crece la preocupación en la industria


La tormenta perfecta no deja de sentirse en este mes y si bien el precio mejoró levemente y los contratos se negocian en estos días entre 0,60 y 1,10 dólares, el cierre de pozos se sigue sintiendo con una caída tan solo en Neuquén de 15 millones de metros cúbicos por día.

Y es que si ya sobraban causas a esta tormenta, se acaba de sumar otra. “En enero debía ingresar un volumen de gas flat del Plan Gas para el gasoducto Néstor Kirchner de 3 millones de metros cúbicos diarios, pero desde Cammesa ya han notificado que no lo van a tomar”, detalló Dreizzen.

Amparados en el hecho de que aún no se terminaron las plantas compresoras del gasoducto, la compañía mayorista eludió pagar esos contratos que no habrían tenido destino ya que durante muchos días de diciembre y enero podría decirse que el Gasoducto Néstor Kirchner “se tomó vacaciones”, ya que no transportó nada de gas.

“Para el mercado del gas es preocupante esta situación porque hay muchos factores que son estructurales y que por lo tanto se van a mantener hasta que no haya un cambio en las exportaciones o llegue el invierno”, marcó Dreizzen.

Para las empresas consultadas la situación es vista bajo la misma óptica, en la que incluso se optó por cerrar pozos del convencional, a riesgo de afectarlos,antes que vender a un precio muy por debajo de su costo de producción.

En el corto plazo, las expectativas no son optimistas ya que mientras se espera que el gas asociado -y las alteraciones que genera en los precios- siga creciendo de la mano del buen momento que pasa el segmento del petróleo, hay malos pronósticos para la demanda de gas.

Y es que el escenario de recesión económica que desde el mismo gobierno nacional se anticipa marcaría una caída en la demanda industrial y en la general tanto de gas como de electricidad, que se sumará al efecto de caída en el consumo domiciliario que tendrán las disparadas de las tarifas por la quita de subsidios.

El enorme potencial productivo de Vaca Muerta está en el gas natural, ya que ranquea segundo en lo que hace a recursos no convencionales del mundo.

Para lograr potenciar la producción de ese shale gas los grandes proyectos son los de exportarlo como Gas Natural Licuado (GNL), y para esos proyectos la baja del precio del gas es una ventaja para su concreción. Aunque claro está que siempre y cuando esa baja de precios no se de por una crisis de demanda como la actual, sino por una reducción de los costos de producción.